CATEQUISTAS. Escuela de
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   La formación de catequistas es impor­tante y de ella depende el que se realiza una suficiente tarea educativa y evangelizadora. Se puede realizar en forma individual y autodidáctica, lo cual siempre es posible; y se puede hacer de forma compartida y social.
   Dada la naturaleza de la catequesis y el sentido de comunidad de la Iglesia, siempre es preferible el hacerlo en grupo en el que, en clima de confianza, se profundicen las doctrinas y las metodolo­gías, pero en donde se puedan compar­tir, ampliar, criticar y aplicar las experien­cias que cada cate­quista va teniendo en su tarea educadora.

   1. La idea de Escuela

   En muchos ambientes: Diócesis, parroquias, centros educativos, movimientos evangelizadores, se toma esto en serio y se organi­zan Es­cuelas de Catequistas, cursos sistemáticos de formación apostólica, seminarios, círculos de estudios, etc., sobre aspectos concretos de la tarea educadora, etc.
   A todo ello se puede denominar "escuela" en la medida en que participe de las notas esenciales de este concepto: seriedad, sistematización, planificación, algún tipo de evaluación.


   El plan de una buena Escuela de Catequistas se puede desarrollar de muchas formas. Pero siempre es bueno que la duración y los contenidos estén bien pensados, estructurados, presentados, para que se pueda seguir un itinerario de formación suficiente, de forma que se recorran las tres dimen­siones que condicionan toda la labor del catequista:
  - La dimensión doctrinal en torno al contenido de la catequesis y el mensaje que es preciso transmitir.
  - La dimensión psicológica desde la perspectiva de la persona del catequi­zando en sus diversas edades y con sus peculiares diferencias.
  - La dimensión metodológica o didáctica, desde la que se analicen los modos concretos y eficaces de realizar labor para obtener buena formación.
   Un tiempo prudencial, tres años por ejemplo, con seis cursos de duración semestral para asegurar la renovación de materias y de intereses, parece un esquema adecuado e interesante para la mayor parte de escuelas parroquiales, diocesanas, juveniles o, incluso, misioneras o apostólicas.
   No quiere ello decir que no pueda orga­nizarse determinadas "escuelas" con más altos vuelos, con aspiraciones inclu­so universitarias. Pero será bueno no confundir "Cen­tros de educación cate­quética", que son eminentemente teológicos y pastorales (la Catequética es rama o ciencia teológica) con "Escuelas de catequistas", que miran a la catequesis como acción educadora. (Catequista es el prácti­co de la cate­que­sis).

  

 

 

         
 
 

 

 

   

 

 

2. Las exigencias de tal Escuela

   Durante este proceso se trata de profundizar, no sólo los conocimien­tos y las habilidades del Catequista, sino también desarrollar sus actitudes, sentimientos y disposiciones personales.
   Los cursos y su duración, las lecciones y su metodología, los temas doctrinales y morales y los textos escritos es instrumentos de trabajo que pueden servir de guía o apoyo, los ejercicios prácticos, etc. deben ayudar a la reflexión y al intercambio entre los "miembros" de la Escuela, pero debe iniciar en el modo concreto de hacer cada día la tarea educadora.
   No se acude a la Escuela de catequistas para aprender mucha doctrina o mucha metodología (Teología y Pedagogía), sino para mejorar la "calidad profesional", para ser mejor catequista en bien de los destinatarios de la catequesis (niños, jóvenes, adultos).

   Por eso una de las misiones de la Escuela de catequistas, breve cronológi­camente y selectiva temáticamente, debe ser el despertar en los asistentes la inquietud por una mejor formación.
   Se entiende así que la escuela es plataforma de despegue para completar la formación recibida con buenas lecturas, trabajos, investigaciones personales y encuentros con personas competentes, con experiencias graduadas y con apoyos de "profesionales" catequistas y no sólo de "profesores" competentes.
   Si se logra esto, entonces la Escuela cumple con sus objetivos institucionales prácticos. A la escuela ordinaria de cualquier nivel no se acude para aprender toda la cultura o toda la ciencia, sino para iniciarse en los caminos que conducen a ella. La Escuela de catequistas, por lo tanto es una plataforma de despegue. La altura y la duración del vuelo posterior dependen de los deseos del piloto y de sus afanes por llegar lejos o su resignación de quedarse cerca.
   Por eso importa más el modo de hacer la catequesis que los contenidos de los programas para tener ideas claras sobre el mensaje que se debe transmitir a los catequizandos.
   Es decir, importan más los sujetos de la catequesis que los objetos de la mis­ma. Se halla en la base de toda las preparación profesional que se debe preferir la eficacia sobre la teoría, el servicio más que el brillo profesional.

 

 
 

   3. Los campos "académicos"
  
   Los cursos orde­nados y consistentes, bien armados y sostenidos con constan­cia y orden son el alma de una buena Escuela de catequistas. No bastan las ráfagas de instrucción sólida o los cursillos monográficos o coyunturales, aunque muchas veces estos procesos rápidos e interesantes logren despertar más la atención de muchos Catequistas.
   Lo que forma la mente a la larga es la paciente labor de períodos suficientemente largos y de acciones pacientes y constantes. Por eso es tan importante la fidelidad y la asistencia, el "estudio" de las leccio­nes, la atención y el diálogo, la cordialidad de relaciones, las mil virtudes cotidianas que toda escuela suscita, de modo que cada persona ahonda en los temas y en los motivos profundos de su acción catequística.
   En la Escuela de Catequistas se debe abarcar un "plan de estudios" que sea al mismo tiempo práctico y operativo. Se puede hablar de materias, asignaturas o programas adecuados a los fines que persigue una escuela de esta naturaleza.


   El catequista debe seguir un itinerario de forma­ción "profesional", centrado en núcleos semejantes a estos:

  I.  Identidad y misión del catequista.
 II.  Valor y uso del Antiguo Testamento:
III.  El mensaje del Nuevo Testamento.
 IV.  Catequizando y psicología religio­sa.
  V.  La Iglesia, comunidad sacramental.
  VI. Moral y la vida social del cristiano
 VII. Los lenguajes de la Catequesis

   Se pueden ofrecer también otros núcleos básicos de referencia, como los que se hallan relacionados con las doctrinas y los errores, con la didáctica y la metodología, con la sociología religiosa, con la Historia eclesiástica, incluso con las psicopatías o sociopatías religiosas.


 


Primera Escuela de Catequistas

   

PLAN POSIBLE DE UNA ESCUELA DE CATEQUISTAS

         Año 1º: Temas de iniciación

   Objetivo: desarrollar actitudes posi­tivas ante la propia forma­ción para el ejercicio de la Catequesis.

  Curso I. CATEQUESIS DE HOY. Principios básicos

  1. Evangelización y Catequesis. Exigencias.
  2. Catequesis y realidad del hombre de hoy.
  3. El Catequista. Misión y voca­ción. Ministerio.
  4. El Acto catequético: Condiciones. Encuentro.
  5. Ambitos catequísticos. Escuela y otros entornos.
  6. Catequesis de la Comunidad. Parroquia y Dióce­sis.
  7. Familia, ámbito primordial. Formación de padres
  8. El Proceso Catequético. Condiciones de Cateque­sis.
  9. Planificación y Catequesis. La programación.
 10. El grupo de Catequesis. Estilos y dinámicas
 11. Metodología catequética. Principios y recursos.
 12. Catecismos de la comuni­dad. Guías y apoyos.
 13. Historia y documentos de Cateque­sis.

  Curso II. ANTIGUO TESTAMENTO Y CATEQUESIS.

  1. La Biblia, Historia de la Salvación. Valor religioso.
  2. Historia de Israel. Los Orígenes. Los Patriarcas.
  3. El Exodo, testimonio de Misericordia. El desierto.
  4. Conquista y tierra Prometida. Josué, Jueces. Samuel
  5. La Monarquía israelita: David y Salomón. Los Reyes.
  6. Salmos e Himnos bíblicos. Importancia de, cantar.
  7. Los Profetas, mensajeros de Dios. Significado.
  8. Libros sapienciales y la Sabiduría. Los Proverbios.
  9. Destierro y Cautividad. Retorno y recons­truc­ción.
 10. Imperios macedónico y romano. Cercanía de Jesús.
 11. La Biblia que Jesús conoció. Mesianismo y Biblia.
 12. La Biblia y acción catequética. Cómo usar la Biblia.

 

 
 

  

Año 2º: Temas de desarrollo

   Objetivo: Profundización en la fe per­sonal y en las actitu­des religiosas de cada edad o de cada persona.

  Curso III. CATEQUIZANDO: Psicología religiosa.

  1. Tipología y evolución. Etapas de la religio­si­dad.
  2. El despertar religioso: 3 a 6 años. Lo afectivo.
  3. La religiosidad activa: 6 a 9 años. Primera comu­nión.
  4. La religiosidad social: 9 a 12 años. Compromisos.
  5. Religiosidad de preadolescen­tes. Los valores.
  6. Actitudes religiosas de jóve­nes. La crítica.
  7. Psicología del animador apostólico. Actitudes.
  8. Personalidad y formación de la fe. Diferencias.
  9. Religiosidad popular: rasgos, formas, tradicio­nes.
 10. Procesos de maduración en la fe. El entorno.
 11. Religiosidad de deficientes. Tipologías.
 12. Psicopatologías religiosas. Tratamiento catequísti­co.

   Curso IV. BIBLIA Y NUEVO TESTAMENTO

  1. Introducción al Nuevo Testamento. Géneros y estilos.
  2. Evangelio de la Infancia. Lucas. Algunos apócrifos.
  3. Tradición paulina: Cartas y textos de Lucas
  4. Tradición petrina. Marcos y Pedro. Comuni­dades.
  5. Tradición mateana. Mateo, Santiago. Judas.
  6. Tradición joánica. Evangelio y Cartas.
  7. Apocalipsis. Libro de la esperanza creyente.
  8. Hechos de la Iglesia. Libro de los Hechos.
  9. Lo religioso primitivo: Carisma-Kerigma Escato­logía.
 10. Creo en Dios Padre. La idea de Dios. Presen­tación.
 11. Creo en Jesucristo, Hijo de Dios. Misterio de Jesús 
 12. Jesús anuncia el Reino. Las bases del mensaje.
 13. El Misterio Pascual. Resurrección. El gran mensaje.
 14. El Espíritu Santo enviado del Padre. El Consola­dor.

    Curso VII. LOS LENGUAJES EN LA CATEQUESIS 

  Objetivos del curso: Estimular en el catequista el deseo de usar
  muchos más que la palabra oral. Descubrir otros modos de comunicarse con el catequi­zando.

  1. Los orales y los escritos. Palabra humana
  2. Los auditivos: música y canción religiosa.
  3. Los audiovisuales. La imagen en movimiento.
  4. Los dinámicos y los grupales.
  5. Los convivenciales y los experienciales.
  6. Lenguajes simbólicos y no verbales.
  7. Lenguajes artísticos. Las artes religiosas.
  8. Lenguajes tecnológicos. Informáticos e internéticos.
  9. Los lenguajes académicos en la catequesis.
 10. Lenguajes bíblicos y litúrgicos como ideal.


 

   

Año 3º. Temas de profundización.

   Objetivo del Curso: Ahondar el mis­terio de la Iglesia y el significado del mensaje evangéli­co que ella transmite.

   Curso V. IGLESIA ORANTE Y SACRAMENTOS

  1. Iglesia, comunidad de Jesús. Así nacen los cristia­nos
  2. Historia de la Iglesia. Camino de la Comuni­dad divi­na.
  3. La Iglesia local en la que actuamos. La diócesis.
  4. La Iglesia del Vaticano II. Eclesiología del Conci­lio.
  5. La Liturgia, celebra­ción de fe. Sentido de la fiesta.
  6. La oración en la vida cristia­na. Encuentros con Dios.
  7. Orar y vivir con actitud cris­tiana. Celebraciones.
  8. Sacramentos de Iniciación. Bau­tismo y Catequesis.
  9. La Confirmación, sacramento de fe y pleni­tud
 10. La Eucaristía y fraternidad. Todos juntos en el altar.
 11. Sacramento del Orden y Minis­terios y vocaciones
 12. Matrimonio, signo de comu­ni­dad.
 13. Los sacramentos de la sanación.

  Curso. VI. MORAL Y VIDA CRISTIANA.

 1. Dignidad de la persona. Moral y fe evangélica.
 2. Los grandes valores humanos del cristiano.
 3. La formación de la conciencia. La honradez
 4. Ley y gracia. Pecado y liberación. Existe el mal.
 5. Moral y vida. Respeto al prójimo. Obrar evan­géli­co.
 6. Moral del amor y sexualidad. Visión de la fecundi­dad.
 7. Lo social y la fe. Cateque­sis de la solidaridad.
 8. La justicia personal y justicia social. La solidaridad.
 9. Los grandes sistemas morales de nuestro tiempo.
10. Política, violencia y ética cristiana.
11. Desafíos morales modernos. Bioética. Tecnologías.
12. Cultura y Sociedad. Evange­lio y grandes recla­mos.

  4º Un curso complementario distribuido en los tres años, para que el catequista vaya prácticando, más que apren­diendo teóricamente.